Había una vez un reino que tenía por príncipe a un joven calvo, feo y gordo. Todos decían cuando era pequeño, "¡ay que niño más simpático...1" el caso es que no todo era malo, el príncipe era inmensamente bueno y trabajador, por eso todo el pueblo lo quería.
Cuando cumplió los 18 años su padre le dijo que se tenía que casar por eso organizó un baile maravilloso al que invitó a todas las hijas de los reyes, condes, duques y demás aristócratas de los reinos de todo el mundo.
La misma mañana en la que se celebraba el baile el príncipe salió a recoger flores y de pronto...
¡Ohh noooooooooooooo!
se encontró a un ogro
¡GRRRRRRRRRRRRRRR!
Imagen Actiludis
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