La cigarra y el pingüino
Había una vez una cigarra a la que le encantaba viajar e ir de fiesta. Un buen día se apuntó a una excursión en barco, para viajar a la Antártida, y como sabía que iba a hacer mucho frío se llevó veintisiete abrigos de piel de guepardo.
Al llegar y bajar del barco vio a un guapo y apuesto pingüino llamado Gustavo, se enamoraron y bailaron toda la noche, al amanecer fueron felices y comieron gusanos de gato.
Maestro,¿cuando vamos a hacer otro dictado?
ResponderEliminar¡A mi me gusta hacer dictados!