La mansión encantada

Como son demasiados días de descanso y os mandé poca tarea, a ver si alguno de vosotros se atreve a terminar esta terrorífica historia. Leedla bien e inventad un final. Esta actividad se hace escribiendo un comentario, ya sabéis con el perfil anónimo pero poniendo al principio o al final del texto vuestro nombre. Ah, como no todos los que leen el blog son alumnos/as míos en esta actividad puede participar todo el que quiera. Yo también lo haré.

¿Queréis que os cuente la historia más terrorífica del mundo?

Pues mirad, esta es la historia de un niño llamado Andrés, al que todo el mundo llamaba Andresín Miedo, que ese era su apellido.
Cierto día Andresín se enfadó con su padre porque al llegar del colegio no le había preparado la merienda y todo porque estaba viendo en la tele un partido de fútbol entre su equipo favorito y el Atlético Peñascotetiro.

Andresín después de discutir con su papá salió corriendo calle abajo sin rumbo fijo y cuando llegó al final de la calle, continuó hasta la siguiente y luego otra más y otra y otra, corrió tanto que sin darse cuenta se encontraba en medio de una vereda de tierra y no conseguía saber por donde había venido pues no avistaba ni rastro de su pueblo.

Andresín decidió dar la vuelta a ver si encontraba algún cartel o algo que pudiera orientarlo. Caminó y caminó, caminó durante horas y ya empezaban a rugirle las tripas. A medida que iba pasando el tiempo y se iba haciendo más de noche, Andresín se iba notando más cansado pero no creáis que estaba asustado, si iba riéndose todo el camino de los chistes que le había contado su amigo Perico Repulgo.

Lo que pasa es que ya estaba un poco incómodo pues se le había hecho un tomate en los calcetines y encima tenía ganas de ir al... bueno ya sabéis.

Al final se hizo de noche mientras se internaba a través de la vereda en un bosque. Un bosque de árboles muy altos y viejos pues estaban todos como podridos. No se escuchaba nada excepto el chasquido de las hojas secas al pisarlas y de vez en cuando algún lobo aullando a lo lejos.

De pronto Andresín acertó a ver un claro en el bosque un poco más adelante en el camino...

Era una mansión enorme, con un montón de pequeñas velitas alumbrando el camino de entrada, con unas puertas enormes y unas torres acabadas en puntas y donde se podían ver esculturas de animales feísimos en el tejado.

Que no pesados, que no le daba miedo que se estaba acordando del chiste de Jaimito en que la profesora le pregunta... bueno que más da.

Al llegar llamó a la puerta pero nadie salía así que la empujó y sonó un chirrido. Al entrar vio...

Ahora es vuestro turno, contadme qué es lo que le pudo ocurrir a Andresín Miedo.