viernes, 18 de febrero de 2011

El ladrón de sílabas

Érase una vez en un lejano pueblo que ocurrió un suceso. Pero ni el suceso era normal ni tampoco lo era el pueblo ni tan siquiera los protagonistas del cuento. Y antes de liarme os lo voy a contar.
En aquel pueblo rodeado de montañas y riachuelos habían llegado unos eruditos para estudiar sus costumbres, su peculiar habla y sobre todo su manera de comunicarse
¿Que qué tenía de extraño su forma de comunicarse? 
Pues ocurre que cuentan los más viejos, que una vez vino un maestro a la escuela del pueblo que tomaba café y enseñó a sus alumnos y alumnas un lenguaje nuevo. Ese lenguaje era nuevo y también secreto.
El maestro se lo enseñó pero antes pactó con los alumnos y alumnas de ese colegio que a nadie ni a nada se lo dirían de lo contrario ocurriría algo desastroso.
Inmediatamente un alumno llamado Alberto Mate le preguntó al maestro qué era eso tan grave que podría sucederles si lo decían... el maestro contestó: yo que tú no lo diría...
El lenguaje consistía, bueno no sabemos en qué consistía, lo que sí sabemos es qué era eso tan malo que les ocurriría a los niños y niñas del pueblo como se les ocurriera contarlo. Porque contarlo, lo contaron, nada más salir del colegio y fue entonces cuando el pueblo dejó de ser lo que hasta ese día fue.
A partir de entonces y ya han pasado 55 años y 1 día, ese pequeño pueblo tiene un lenguaje que nadie lo entiende... 
¿Por qué?
Pues porque en medio de una clase por ejemplo y cuando todo está tan tranquilo el profesor de ahora, el nuevo va y dice:
Maña por la maña a las nue va a ha un con de matemá, asi que estu un ra despu del recre, ¿va o no va?
Los alumnos y alumnas de ahora que son los nietos y biznietos de los de antes no se enteran de nada...
"¿No me enten o qué pa?, des lue hay algu di que esta dormi del to" Pu sabe que os di, que el con lo va a ha aho...
Siempre terminan todos enfadados...

Por ejemplo cuando van a comprar un ordenador a @reaInfo le dicen a José Luis: "Jo Lu, quie un orde que se la ca de espa, que no se cuel nun y que la bate du mu. Pe no quie gasta mas de cua eu". Y claro el pobre de José Luis que no se ha enterado, le dice que cuántos euros, cuatro (el plástico le vende), cuarenta (el de minie en la juguetería), cuatrocientos (ya nos vamos entendiendo), cuatro mil (por eso te doy el mío). Al final no se ponen de acuerdo.

O cuando vamos a confesarnos con don Juan Carlos
- A marí purí
- Sin pecado concebida????
- Pa quie confe por he men, he ro, he util el nom de Di en va, he ma a u horm que me esta haci cosqui en la pati...
Mira hijo o hablas más claro o te mando a dar una vueltecita que me parece a mí que vienes del Bar la Puntilla de beberte hasta el agua de fregar.
- Que no pa, que es que es el la de sila, que me ha visi.
- Mira por borde y por hacerme perder el tiempo a mí y a doña Rogelia que está esperando, como penitencia vas a rezar 35 rosarios, 40 padrenuestros y 40 avemarías...
- Pu sa lo que le di, que ya no ven más.

Hablando del Bar la Puntilla, el domingo viendo el fútbol le dicen a Francisco.
- Francis, me pue po una cerve que es bi fri y un va de le pa mi hi que es ma de la gar.
- Cristinaaaaaaaaa, ave este tío. Sal a atenderlo tú que no lo entiendo.
- Ah y pa co me po una raci de se en sal, un file de terne y un bocadi de ja.
- Pero Cristina, ¿vienes ya o qué? que el tío este me va a dar el partido.
- ¿Co va el fú francis? ¿Le han marca ya al Barcelo? jajaja, no pa na, el a que vie ya gana o vez.
- Mira gracioso que te den morcillas... Cristina vente a la barra que me voy a comprar chuches a ves si se me endulza el carácter.

Francisco va por la calle y el coche de un extranjero le para para preguntarle por la calle Tres Cruces. Que ¿por qué sabe que es extranjero?, porque conduce por la izquierda...
- La ca tres Cru es giran por esa roton y subi, lue gi a la izqui y despu al fi de la ca a la dere...

Uy, ha vuelto a atacar el ladrón de sílabas...
Veis como el pueblo es un desastre por culpa de este sinvergu la de pa que nos es a to hacien un li y no nos de escri ni enten na de na...

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